El mito de las coronas: ¿corcho o rosca?

“Cuando hay santo nuevo, los viejos no hacen milagros”, dice el refrán, sin embargo, en el mundo del vino la llegada innovadora de la rosca desató dimes y diretes en torno a la calidad de la bebida según su apariencia, ¿algún parecido con otras realidades alternas?

Vayamos un poco atrás, por allá en los últimos años del siglo XX, donde la tapa rosca hizo su gran entrada como solución para evitar la contaminación por TCA (Tricloroanisol) provocada por el corcho y que afectaba el sabor del vino, sin embargo, con el tiempo algunos fanáticos del envasado tradicional del vino, destacaron que la rosca no permitía la microoxigenación de la bebida para que esta continuara con un añejado óptimo.

¿Estas acusaciones eran verdad o mentira? Pues según los representantes de la Asociación Europea del Papel de Aluminio (EAFA, por sus siglas en inglés), la tapa rosca «protege de contaminaciones y preservan aromas, sabores y el frescor de los vinos». Parece que los no simpatizantes de la innovación en esa época, le querían crear mala fama, ¿no creen?

Sin sentenciar a nadie, el corcho por su parte, fue siempre la tapa predilecta por permitir la entrada de aire a la botella para que sabor del vino se potenciara con los años, sin embargo, el avance de la tecnología en todas las áreas ha permitido la creación de tapa roscas que igualan los beneficios del corcho en su época de mayor éxito.

Pero este debate entre tapas no sólo involucra si es bueno o no para el vino en sí, sino también que hay que ver las ocasiones de consumo. Este es otro dilema en la batalla “lo viejo contra lo nuevo” en tapas, porque sabemos que el consumidor selecciona el vino perfecto para cada momento y esto es una selección bastante subjetiva.

Otro versus de este conflicto vinero es que una botella descorchada se debe consumir rápidamente para que el vino no se oxide o pierda sus cualidades, mientras que un vino con tapa rosca, puede volver a taparse y guardarse en el refrigerador hasta por dos semanas; con esto la decisión finaliza según el gusto de la marca, y de quien compra.

Podemos ver entonces con esta información, que la mayoría de los vinos producidos son de consumo inmediato.

¿Conclusión? Existen retractores de ambos métodos y mitos y creencias en torno a su usabilidad, pero lo cierto es que cada uno tiene sus pros y contras. En todo caso, no es la preservación y calidad del vino lo que pudiera establecer su uso en cualquier marca, existen otros factores como ambientales, sostenibles, económicos y hasta estéticos que condicionan su uso en la industria.

En la actualidad, el corcho en el vino más que un elemento de preservación está asociado a la experiencia y la emotividad, mientras que a ese que le gusta lo práctico, escoge la tapa rosca.

La vida son momentos y un Piernas Largas evoca el pasado, enciende el presente y predice el futuro. Un vino para todos y todas.

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